ventajas de la dieta vegana
Una gran cantidad de enfermedades como el cáncer, enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades degenerativas, podrían ser disminuidas siguiendo una dieta vegana. Muchos estudios han demostrado que el consumo de productos de origen animal está ligado a enfermedades del corazón, cáncer, diabetes, artritis y otras dolencias. Los animales reciben una cantidad de alimentos artificiales, productos químicos, hormonas y antibióticos cuyos efectos sobre los consumidores son todavía desconocidos.
Las enfermedades cardíacas están asociadas al exceso de grasas. Las diabetes y las caries al exceso de azúcares. La hipertensión y los infartos al exceso de sal. El estreñimiento, la diverticulosis y el cáncer de colon a la escasez de fibra y la obesidad al exceso de grasas y azúcares y la escasez de fibra.
Las grasas saturadas se encuentran, sobre todo, en los alimentos de origen animal. Un gran porcentaje de las grasas ingeridas en una dieta convencional proceden de la carne. La mantequilla y la margarina aportan otra parte importante. La leche y los aceites para cocción y la otra es aportada por los quesos y las grasas ‘camufladas’ en la pastelería, dulces, helados y otros alimentos elaborados.
Una dieta vegana elimina prácticamente todo el colesterol y casi todas las grasas saturadas y reduce la cantidad total de grasas poliinsaturadas al 30-35% de la ingesta total de calorías, cantidad recomendada para mantener una salud óptima y evitar las enfermedades cardiovasculares. Los alimentos veganos no son un buen caldo de cultivo para las bacterias nocivas responsables de las intoxicaciones alimentarias (salmonella etc.).
La dieta típica occidental aporta unos 12 gramos diarios de sal (la mayor parte procedente de los productos cárnicos) con sus efectos sobre la presión sanguínea y sus riesgos asociados. La dieta vegana es relativamente pobre en sal.